Consagrar algo significa hacer una dedicación u ofrenda,
que en éste caso, se hace ya sea al Creador, Ser Supremo, al Dios y la Diosa,
Universo, Inteligencia o energía primordial de la cual todo el Universo fue
creado.
Algunas personas hacen sus consagraciones a Deidades,
Ángeles o Santos de su devoción, quienes vienen siendo ramificaciones o
aspectos de ésta misma energía. También cuando se consagra algo, algunas veces
se lo dedica a algún objetivo como por ejemplo: para el amor, negocios, buena
suerte etc.
La consagración de amuletos es opcional, pero es una
buena idea, pues al hacerlo asociamos el poder y la ayuda de dicha o dichas
energías.
Si la petición de carga o consagración se realiza a algún
santo o entidad intentaremos conseguir una imagen de la misma, una vela de su
color y lo realizaremos todo el día correspondiente a dicha entidad. El altar
improvisado puede estar en el suelo, colocado todo encima de un mantel de tela
blanca o una sábana.
Se coloca primero la imagen
y la vela delante que debemos encender con cerillas de madera. Delante de la
imagen y la vela se coloca el amuleto (o en su caso los ingredientes del
amuleto, el saquito, etc…), y junto a él se colocan las ofrendas; luego se
recita la oración correspondiente. Opcionalmente, se puede encender un incienso
apropiado para la ocasión o la entidad.
Las oraciones varían de una
entidad a otra, pero en líneas generales y si desconocemos cuál es su oración
concreta diremos:
Oración de apertura: “Ruego
a ti Dios Padre Todo Poderoso, a los Ángeles y a los Santos y a toda la Corte
Celestial que me escuchen”. (Decirlo 3 veces).
Cogemos el amuleto (o cada
uno de sus ingredientes) con ambas manos y nos lo acercaremos a la frente,
concentrados en lo que queremos y con los ojos cerrados decimos la siguiente
oración:
Oración de Petición: “Ruego
a (…nombre de la entidad…) que me escuche y que cargue este amuleto con fuerza
y poder para que (…me proteja… o lo que sea que queramos…) para mí (…o decir el
nombre de la persona que lo usará). En gratitud por tu ayuda te ofrezco estas
ofrendas (…nombrarlas…), que espero sean de tu agrado. Amén.
A continuación decimos la
siguiente oración:
Oración de cierre: “Confío
en ustedes y en que accederán a lo que les pido porque realmente es necesario.
Muchas gracias por escucharme y con su permiso, me retiro. Gracias”.
Al terminar la oración,
colocamos todo para que se “vele” delante de la vela, y decimos la oración
varias veces, mientras la vela esté encendida y hasta que se consuma; por supuesto,
jamás debemos apagar la vela, ya que debe permanecer encendida de principio a
fin. Una vez consumida la vela, introducimos dentro del saquito todos los
ingredientes del amuleto y lo cosemos con hilo del mismo color. Los restos del
ritual los recogemos y los llevamos al lugar correspondiente para esa entidad.
El amuleto deberá llevarse encima siempre y jamás debemos permitir que otra
persona lo toque o curiosee.
Carga de amuletos sin
ninguna entidad mediadora:
En el caso de que el amuleto
no sea cargado mediante ninguna entidad o de que simplemente se trate de cargar
piedras o metales mágicos, el procedimiento será el siguiente:
Amuletos en general: realizamos
la limpieza de ellos como hemos explicado. Después “abrazamos” el amuleto con
ambas manos y lo acercamos a nuestra frente concentrados y pensando en lo que
deseamos que nos aporte el amuleto.
Piedras y metales mágicos:
una vez realizada la limpieza correspondiente, tomamos el amuleto con las dos
manos pidiendo que se cargue con la energía que necesitamos para conseguir el
fin deseado. Luego lo dejamos en un plato liso y blanco toda la noche de luna
llena para que se cargue completamente.
Cuarzos: una vez limpio lo
frotamos en el entrecejo si es cuarzo blanco, en el corazón si es cuarzo rosa,
o entre las manos si es de otro tipo. Pedimos que se cargue para lo que
necesitamos.
Piedra Ojo de Tigre: esta
piedra favorece la videncia y la premonición, por lo tanto una vez limpia la
frotamos en nuestra frente concentrándonos en su energía.
Otra forma de consagrar de
amuletos es utilizando el péndulo: primero se tiene que preparar el péndulo; en
un altar o en una mesa cubierta con una manta blanca, se colocan, una vela
blanca pequeña, que simboliza el fuego, un recipiente pequeño con agua y otro
con un poco de tierra o arena, simbolizando por supuesto agua y tierra
respectivamente y por último incienso (cualquiera es bueno) que simboliza el
aire, estos se arreglan en forma de circulo. Se toma el péndulo y se pasa
primero por la llama de la vela (rápidamente) luego por el humo del incienso,
después por la tierra o arena, finalizando con el agua, se le pone en medio del
circulo y se concentra por unos minutos en transmitirle poder y energía,
dejarlo allí hasta que se queme la vela y el incienso. Ahora el péndulo ya está
listo para consagrar cualquier objeto.
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